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Con Sal en los Labios

Porqué ver sólo las Des-Gracias y no las Gracias?

Porqué ver sólo las Des-Gracias y  no las Gracias?

Hoy, camino al trabajo pensé en todo lo que ha pasado este año, o al menos lo que el tiempo de camino me dejó pensar al respecto…
 
Pensé en todo lo malo y lo bueno que pasó; de lo malo prefiero no hablar, porque debido a lo malo que aconteció este año, debo declarar que al menos para mí está época está siendo un poco difícil… Y de lo bueno… pues me puse a analizar qué fue lo bueno que me sucedió, después de haber visto el recuento de todo lo sucedido escribí en mi cabeza una lista enorme de Des-Gracias, o  cosas que hubiese deseado no pasaran y pasaron, y a cambio (como todo ser humano mal agradecido) una lista pequeñísima, casi mínima, de lo bueno que pasó…
 
Es tan difícil agradecer las cosas a las que estamos tan acostumbrados: la vida, la salud, la familia, el alimento, el trabajo… Pero qué fácil es poner el grito en el cielo por lo que no nos pasó, o lo que nos pasó y no nos gustó… Porque tendemos a ver las cosas buenas únicamente como cosas que nos suceden de manera extraordinaria; viajar, ganar más dinero, comprar un automóvil, etc… Y pues sí, esas son cosas buenas, pero no vemos que las cosas buenas que nos pasan, parecen ser más simples, pero son más abundantes y necesarias para el diario vivir, y nos pasan cada día, a cada hora…
 
Así que fijándome en las cosas buenas que no parecen ser tan obvias he hecho una lista de Gracias… a ver si me explico con ella de las muchas cosas que olvidamos y que son grandiosas, y que nos pasan cada año…
 
...Dar gracias...
 
Por el ángel que siempre está ahí para ayudarme, aunque a veces no lo pueda ver...
Por el trabajo, que me hace crecer, superarme, alimenta mi espíritu, y me permite vivir…
Por poder levantarme cada mañana y poder ver el sol...
Por García Márquez, otros escritores y sus libros; y por la música que alegra mi alma... (Los discos nuevos de Arjona y Sabina, y tantos más…)
Por la bendición de mi familia.
Por mis ojos, que han visto tantas cosas bellas y que con esas imágenes llenan mi alma…
Por poder discernir de lo bueno y lo malo, caminar, hacer mis cosas, ayudarme y ayudar.
Por la salud, sin la cual no tendría vida, o no podría disfrutarla, y la gente bondadosa que te ayuda y te abre el corazón.  

Por los amigos, pocos, pero verdaderos; que consuelan mis lágrimas y en quienes puedo confiar...
Por aquellos que me desean el bien, porque al formar parte de mi vida ya son mi bien.
Por la oportunidad, que me ha visitado tantas veces…
Por mi corazón, y el amor y todo lo que guardan... 

Por los tiempos de lágrimas y todo lo bueno y lo malo, que me han hecho ser quien soy...                                       
Por la voluntad de Dios, que a pesar de ser en algunos momentos incomprensible, es la mejor...
 
Dar gracias porque es más fácil quejarse de lo que no se tiene, que ver todo lo que nos sobra... 

Estados de ánimo

Estados de ánimo

Cuán agradable es sentirse en paz, tener estabilidad, leer, comer bien, disfrutar de un buen vino, escuchar buena música, conocer lugares nuevos, estar en soledad.

O mejor aún, robarse el tiempo, para disfrutarlo con amigos, o a solas para escribir sentimientos. La fascinación que dejan las palabras del alma, las charlas interesantes, llenas de sencillez. Ser sinceros, y tener al lado corazones sinceros, que si el silencio pide a gritos un alma para hablar, nos puedan consolar

Cuán desagradable es ver que este mundo tan frío, hipócrita y vacío, esté tan podrido y perdido, vestido de mentira, lleno de miseria, donde lo material y la apariencia, tan superficiales, son más importantes que un corazón. Lo egoísta de la gente, que piensan sólo en sí mismos y olvidan a los demás, esas injusticias de gente millonaria, que no tiene nada, y gente que se muere de necesidad, siendo más que millonaria. Que el valor de alguien se juzgue por la cuenta del banco o la marca de su auto.

Es detestable que valgan más las etiquetas de la ropa o el color de la piel, que un corazón lleno de buenos sentimientos. Que se inventen excusas para disfrazar engaños, en lugar de ser frontales y sinceros, que es igual a ser mejores, y más buenos. Duele que el amor caprichoso, haga añicos de un alma, por aferrarnos a alguien, sin ser dueños de nada. Que la distancia acerque, pero mantenga a la gente alejada. Que los huecos del corazón, y sus dolores, ni con los años pasan. O ser tan frágil que no se pueda controlar el corazón, y se olvide que en esta vida que para muchos ya no es nada, lo realmente importante es invisible para el alma.

Y duele reconocer que tantas veces olvidamos a Dios.

Mayo 25, 2005.

¿Qué pasa cuando llueve?

¿Qué pasa cuando llueve?

Cuando llueve, la gente no sale, excepto para algo que realmente amerite salir… Se va para sus casas, a meterse en la cama y buscar refugio y calor…

Los carros van más despacio, para ir con más cuidado… El tiempo pasa más lento, y el clima se enfría, pero a la vez se encierra en una atmósfera que invita… a invitar a alguien a darte calor….

Otros se sientan en la ventana a leer, o a ver llover, mientras lloran penas, esperan una llamada que no llega, o piensan… sobre tantas cosas que en esos momentos se despiertan, como si fueran sueños dormidos… que solamente amanecen, cuando caen gotas de lluvia, como lágrimas del cielo…

Cuando llueve la gente al salir del trabajo espera un poco, por si deja de llover, para no sacar el paraguas, o la sombrilla, ni mojarse los pies… Como si mojarse con la lluvia fuera algo feo… creo que es la falta de costumbre, y la resignación a la vejez, sin importar la edad que se tenga… porque cree que ya no se tiene edad para jugar, ni disfrutar de las cosas simples y bellas que se nos ofrecen gratis…

Las mujeres no se quieren mojar con lluvia porque se les corre el maquillaje, se les arruina el peinado, o se les ponen feos los zapatos… Y los hombres porque se les moja el portafolio, el traje, o se mojan los zapatos, y las medias… Pero sin importar si tienes 20 o 40… No querer caminar bajo la lluvia, es un asunto de vejez... vejez de ánimo y de corazón... Cuando se era niño, llegar empapado a la casa era algo de lo más bello que se podía hacer, o jugar bajo el aguacero… era tan divertido…

Desgraciadamente nos vamos olvidando de esas cosas, con la edad… Con la edad que llevamos para calzar en este mundo, para no desarmonizar, para no despertar comentarios, que en realidad son envidias, esa edad que se carga por fuera, pero que en realidad es solamente una apariencia...

Cuando llueve lo peor es que la gente querida se extraña, se añora… duelen los recuerdos como dardos en el corazón… Y la mejor solución es tomarse un chocolate caliente, y acostarse bajo las espesas cobijas, a leer, o ver alguna película, y olvidarse de todo lo que trae la lluvia en cada gota… En mi caso lo único que no me gusta de la lluvia es mojarme los pies… y sentir que lo extraño… sentir su ausencia… y sentirme triste…

Pero, ¿y si no lloviera…?