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Con Sal en los Labios

Orgullosa de Enseñar

El maestro se proyecta a la eternidad: nunca sabe donde termina su influencia...

Cuando al conversar con alguna gente llegamos al punto de "a qué nos dedicamos" y comento que soy maestra, me preguntan ¿qué nivel o materia enseño?. Cuando respondo que mi énfasis está en la educación preescolar, observo una expresión que no podría saber si es una expresión de desprecio, lástima, o desinterés. E inmediatamente se dan vuelta la cara para encontrar alguna otra persona que se dedique a algo "más interesante". En esos momentos, deseara poder aclarar algunas mentes, (y algunas veces ahorcar algunos) y tener la capacidad de transmitir la importancia de mi muchas veces, menospreciado trabajo.

He trabajado en cantidad de diferentes cargos durante mi vida, y en muchas cosas que no mantienen relación entre sí, ni hacia lo que estudié, pero puedo asegurar algo, no existe un sólo trabajo en el mundo, que se compare con el de enseñar a pequeños; que de tanta satisfacción, alegría, y amor. Dejo aquí un escrito, que en parte es de un autor desconocido, y tiene algunas partes pequeñas que yo añadí, y que creo firmemente es una verdad absoluta...

¿En qué otro trabajo podría uno asegurar que todas las (pequeñas) personas que te rodean son absolutamente honestas contigo, que no tienen caretas, porque aún no han aprendido a mentir?

¿En qué otro trabajo, llegaría un pequeño corazón a abrazarte todos los días, y te diría sinceramente, "te quiero mucho". En qué otro trabajo, se podrían recibir tantos besos y abrazos llenos de cariño?

¿Dónde por cada cosa que has hecho sentirías un orgullo tan grande al ver que quienes te observaron lo han hecho bien, y que eso que les has enseñado lo aprendido de ahora y hasta el resto de sus vidas?

¿En qué lugar si no en mi trabajo, se puede ser maestra, enfermera, psicóloga, doctora corazón, compañera de juegos, un poco mamá, amiga, salvadora (cada vez que hay una riña), y además sentir cada mañana ese sentimiento indescriptible, de ir caminando y ver tantas caritas felices correr a abrazarte o a tomar tus manos, con una alegría que no lo logras comprender?

¿Dónde más tendría que comerme un caramelo, o una galleta que me ofrecen con una carita de "te la vas a comer verdad?",  que a medio camino se les cayó y ahora está sucia, llena de pintura, plasticina, suciedad, para no romper un corazón y despreciar un poco de amor?

¿En qué otro lugar podría el futuro parecer tan brillante, e increíble, sino con un dinámico grupo de niños para quienes nada es imposible, para quienes cada vez que logran realizar una tarea, llenos de orgullo gritan: "¡teacher ya lo hice!" ?

¿Dónde más podría yo con paciencia, amor y esperanza, guiar los primeros trazos y destrezas, de una manita delicada, pequeña y gordita que puede en el futuro escribir documentos importantes, o hacer tanto por el mundo...?

¿De qué otra manera podría yo realmente olvidar mis problemas personales, económicos o familiares, al menos por un rato y dejarlos en la puerta de mi trabajo, sino es rodeada de niños que requieren totalmente tu atención y para quienes el problema más grande del mundo es que les han robado su silla, o un juguete. O dónde los jalones de pelo, los golpes y los corazones rotos por una "riña" necesitan tu consuelo y cariño?

¿Dónde más podría yo mantener mi alma tan joven, como entre un grupo cuyo radio de atención es tan limitado que necesito muchas recetas de la manga -como imitar voces, brincar, hacer muecas-, para mantenerlos atentos?

¿Cómo podría sentirme más útil, sino es intentando descifrar cada día los problemas cognoscitivos o de desarrollos emocional de mis niños, para ofrecerles soluciones a un mundo mejor para ellos, como siento cada día y al finalizar cada periodo, y veo que por un trabajo que he realizado, mis niños han aprendido a desarrollar destrezas, actitudes, valores, relaciones, o han aprendido a leer y a escribir?

¿En qué otro lugar del mundo podría yo sentir que vale tanto la pena vivir, sino es compartiendo el comienzo de tantas nuevas vidas, que exploran cada cosa del mundo, confiando en tí?

¿O dónde más podría ver en tanta plenitud la obra maravillosa de Dios, sino es al sentir, al ver, al vivir cada día rodeada de corazones tan puros? 

¿Dónde más podría yo coleccionar anécdotas tan dulces y maravillosas, como lo son las primeras experiencias, sonrisas, ocurrencias, y cosas tan bellas que derriten el corazón, si no es estando ahí, cada día, entre ellos, jugando, enseñando, ayudando, siendo esa persoana a la que cuando ven le gritan "teacher, teacher", y corren a abrazarla?

¿En qué lugar, un corazoncito juguetón correría al sentir miedo a mis brazos para que yo lo rescate, sin saber que con cada abrazo es él quien me rescata a mí? 

¿Dónde más podría una carita llena de lágrimas, acudir a mí porque algo le ha puesto a llorar, y que sea mi regaso y mi abrazo justamente lo que le consuele?

!Sí, enseño a niños pequeños y eso me hace sumamente feliz, en una profesión menospreciada por el mundo, pero bendecida por Dios!

Andrea S.R.

33 comentarios

Znaucer -

Yo también te felicito porque valorizas tanto el arte de enseñar, que es tan, pero tan bonito. Yo enseño a chicos universitarios y aunque ya están grandecitos, en muchísimos de los aspectos q señalas, es igual. Es maravilloso enseñarles a trabajar en grupo con personas nuevas, a tener paciencia, a tener fe, motivarlos a que investiguen más sobre un tema, inspirarlos a que traten de hacer algo por un mundo mejor...y sí, tienes razón, uno tiene q ser su sicóloga, su consejera, su pata (amiga)... y uno la pasa muy bien. Aunque sí, es cierto que el resto de la gente, no lo valora, creen q uno o hace por necesidad o por algún impase laboral en mi original profesión, pero increíblemente esto me ha agradado más q otros puestos importantes que ocupé y sabes qué? Esa dedicación que uno le da a ese grupito humano, relamente Dios la bendice.
A veces, he sido tan tonta de sentirme un poco mal de dedicarme a esto en vez de destacar en mi profesión y gracias a tu motivante reflexión y a las rptas de todos, me siento más segura y orgullosa de mi trabajo, como dices, menospreciado por los hombres y bendecido por Dios!

Tanhäuser -

Un escrito magnífico y lleno de razón. Somos tantos los que envidiamos la dulzura de un trabajo como el tuyo y somos tantos los que nos acobardamos ante una responsabilidad tan grande como la que tienes!

Un saludo y sigue así. Gente como tú hará que el mundo sea mejor mañana.

isabelbarcelo -

Querida amiga, anímate a contarnos más cosas... Pasé a verte. Besos.

miriam -

Hola nena, cómo has estado, hace mucho que no pasaba!!! Tu trabajo ha de ser hermoso y yo, como mamá agradezco a Dios que existan personas con tu sensibilidad. Gracias.

parecementira -

¿Hay algo más bonito que una persona que ama su profesión? Si: una persona cuya profesión es la de comenzar a abrir los ojos de los niños al mundo y a algo tan bonito como es la vida compartida, y enseñarles a dar y recibir amor fuera del que les han enseñado sus padres y familiares, y ... tantas otras cosas que se quedan tras las pinturas, los collages y las canciones que aprenden... Gracias por ser feliz y trasmitírnoslo a los demás.

bohemia -

No hay nada como realizar el trabajo que a uno le apasiona, suenas satisfecha, se te ve feliz.

Dammy -

Esta claro que hay que ser lo que uno quiere ser, no lo que los demás quieren que seamos. Enhorabuena por conseguirlo. ;-)

Un blogbesico.

Glauca -

jejeje, veo que esa maravillosa profesión tiene un montón de adeptos. Sí, pese a las dificultades que socialmente están surgiendo en esta profesión, no cabe duda que, sobre todo en niveles de preescolar y primaria, todavía es bastante gratificante poder disfrutar de ese tipo de vivencias y, es que los niños aún son bastante agradecidos!!

No pierdas nunca esa ilusión por ellos!
Un abrazo

Noa- -

Hubo profes en mi época escolar que me marcaron tanto como para engrandecer mi gusto por la historia y las letras.
Siempre tengo un recuerdo para ellas, y cuando de tarde en tarde las veo vuelvo a ser la ávida niña en busca de historias.

Gracias por tu paso y tus palabras por mi rincón.

Saludos

Pd) Dejé un comentario hace algunos días pero debió ocurrir algún problema. Espero que esta vez llegue.

white -

Pocas profes anidan aún en mi memoria, pero aquella Sor Mª de Las Nieves que me acompañó en mi primer año de cole, jamás la podré olvidar.
Tienes la mejor profesión del mundo, siempre serás rica en amor. Besos

manuel h -

tienes razón,
y hay otra posible respuesta: ninguna. Cuando alguien no ha entendido nunca lo que es enseñar a esos pequeñajos, no sé si merece la pena intentar explicárselo.

Leodegundia -

Gracias por tu visita a mi casa.
Siempre dije que la enseñanza de preescolar es la más importante pues es en ese momento cuando se puede hacer que un niño tome con interés el aprendizaje o empiece por sentir aversión a los estudios.
Un abrazo

óscar -

¡Yo te valoro y no sabes cuánto! Tú, nada menos, educas y formas a las personas, no a los conejos ni a las gallinas, a nosotros. A mis hijos, a mis sobrinos. ¿Nadie se da cuenta de esa responsabilidad? Es enorme.
Un beso por tu gran corazón. Y si nadie te valora, no te preocupes, tú sabes realmente lo que haces y sabes que es importantísimo, fundamental.

Javier -

"Uno es, esencialmente, de lo que se alimenta el alma y vive de lo que se alimenta el cuerpo".

En tu caso todo coincide, es tu esencia. !Qué envidia¡, ¡felicidades!.

Hannah -

En mi opinión, la importancia de los niveles de enseñanza empieza por el nivel más inicial, ese en el que la socialización se inicia: preescolar. Contrariamente a lo que la clase académicodocente suele pensar, para mí, los niveles menos importantes son el bachillerato y la universidad. Tal vez tengan mucha importancia en cuanto al nivel de conocimientos que se imparten, pero no nos engañemos, si los cimientos no están bien puestos, ni la educación ni la instrucción culminarán con éxito. Demanera que, para mí, estás en el nivel rey por excelencia, excelentísima maestra de preescolar, y no es coña.
Un abrazo cálido.
Hannah

isabelbarcelo -

Qué hermoso texto y que bellas reflexiones. Creo que la función del maestro es fundamental, marca a cada niño. Un buen maestro nos hace amar aquello que nos enseña y, más allá de los conocimientos que nos transmita, se convierte en un modelo, en un ejemplo a seguir. Te felicito por esa profesión tan hermosa y por ejercerla y vivirla con tanta intensidad. Besos.

Helen -

Guau! pues déjame darte una felicitación, estás rodeada de pequeños que te pueden regalar la sonrisa más sincera y llenar tus días de amor, de calidez, de ese inexplicable sentimiento de gratificación. En lo personal me encantan los niños, así que disfruto mucho estando con ellos. Te mando un fuerte abrazo y gran beso. Y espero continues motivándonos con lo que escribes.

Paky -

Me encanta la enseñanza, de hecho soy profesora de francés en una academia y este año me apetece mucho dar clase a niños pequeños. Es lo más bonito que una puede recibir: sus miradas, su ternura, su inquietud... Eres muy afortunada al hacer lo que más te gusta. Yo también lo soy. creo que somos priviligiadas! Besos,

David -

Por supuesto.

elbucaro -

Qué difícil es la labor educativa en la escuela. Me encanta encontrar a gente apasionada con esta privilegiada profesión. Un besote.

lamima -

Me consta que los profes de preescolar que tuvo mi hijo (ahora tiene 9 años, no creas) no pensaban como tú y no sabes como lo siento.
Espero que mi niña, de dos añitos, tenga mas suerte. Además la va a necesitar.
Felicidades por disfrutar así de un trabajo tan hermoso.

Trini -

Pues no creo que encontrases todos esos regalos en otro sitio.
No soy profesora, pero cuido de mis dos sobrinas y te juro que ellas me regalan, a diario, minutos y minutos de vida, que yo atesoro. Muchas veces me encuentro mal y me dicen en casa, no vayas a trabajar, quédate hoy en casa, y yo hago un esfuerzo y voy con ellas pues son mi mejor medecina, así que te entiendo muy bien...

Besitos

almena -

Tengo la completa seguridad de que todos esos niñitos a los que enseñas son felices contigo.

:)

Un beso!

Acus -

Labios Salados, leerte ha sido un verdadero placer, me has llenado de júbilo, de ilusión (y eso que era difícil, pues la ilusión me sobra), me he sentido tan identificado...
Me estoy preparando las oposiciones de Educación Primararia, pero ya he dado clases a niños con anterioridad, y me enorgullece mi trabajo, lo que significa, y las satisfacciones que recibo y recibiré.
Me siento orgulloso de que pienses así, y lo has plasmado en el blog, como nadie podría haberlo hecho.
Un abrazo enorme

Froggy -

En ningún otro sitio se puede encontrar tanta alegría, tanta emoción, tanta vida...
Ser maestra, más que un trabajo, es un placer.
Precioso blog. Pasaré más a menudo.
Saludos!

olvidare el ayer... -

leer tu articulo me emociono;es la cosa mas hermosa de la vida ,estar rodeado de niños,ver estas caritas donde la inocencia ,brilla y estas sonrisas nobles.
gracias por tu visita y besitos .

MentesSueltas -

Te escribo por la explicación que me pediste para participar del nuevo "Cuento entre todos". Es muy simple, a la derecha de mi blog hay un link a mi otro blog "ArguMenteS" allí está publicado el inicio del cuento. Podes dejar un comentario con tu aporte y yo mismo lo agrego al cuento. Así lo hacemos entre todos...

Un abrazo y gracias por tu visita.

MentesSueltas

Noamanda -

Te comprendo, síiii, a todo lo que dices: síiiiii!
Yo también trabajo con ellos y es lo que me redime día a día.
Saluditos

La hormiguita -

Sin duda. Es el mejor trabajo del mundo.
Abrazos!

Alb(v)a(ro) -

Te devolvemos tu visita, que además nos lleva a comprobar lo fenomenal que esta tu blog, al que volveremos sin duda. Teniendo hijo, nos complace comprobar tu dedicación a ellos. Un saludo. Sigue vistandonos.

Corazón... -

Hola guapa :)

Qué emoción, esa es una profesión muy linda. Siempre estás rodeada de ternura :) Pues nada; hay que disfrutar cada instante que se vive a su lado, así se hace más leve y placentero el trabajo :)

Enhorabuena. Besos y abrazos.

;o)

_millaray_ -

Upsss esa era yo perdón fué la emoción.
Besitos :)

Anónimo -

No te imaginas cuánto te entiendo.Me encantó...tu escrito , además porque compartimos la misma profesión,en este momento estoy alejada pero eso no significa que piense y sienta que es la mejor profesión de todas.Los niños tienen una magia especial que no encuentras en todos lados,trabajar con ellos me ha regalado muchas satisfacciones y describiste muy bién varias de las grandes cositas que nos regalan a diario.
Mi cariño ,mi abrazo y te sigo leyendo.